lunes, 2 de abril de 2007
::: Espectro :::

Hoy por alguna coincidencia del destino, comencé a sentir aquello explotantes sentimientos ajenos, que se multiplican dentro de mi ser, pero como nunca lo habían hecho, y para empeorar la situación, de alguien que ni siquiera está vivo. La señorita Patty se refirió al chico que se suicidó hace dos años, pero para mí no era simplemente un chico, era Lucas, lo recuerdo como si le conociera de por vida, mas nunca en mi vida le había visto.
Él quería volar, y claro que voló; mientras ponía una mueca irreconocible de algún sentimiento desconocido; ojalá que aún siga volando, agregó, cuando volví a sentir ese desgarrador nudo en la garganta y por alguna extraña razón comencé a sentirme desesperado, brotaron algunas lágrimas, y casi me resquebrajé por completo. Recordaba mis clases de informática, cuando el señor Escalona nos narraba cómo fue el suicidio del joven Lucas, no más de una semana pasó y yo intenté el mío. No lograba distinguir, si acaso el dolor que albergaba mi corazón era el de él o el mío. Lloré en silencio un rato, luego anhelé poder haberle salvado, poder obsequiarle algún gesto de cariño, para evitar sentir su presencia, quizás, o sólo, únicamente para poder borrar el pasado. Eso no me pasa todos los días.
 
posted by Andrés M. at 7:58 p. m. | Permalink |


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