Las máquinas trabajaban en la casa de al lado, mientras me bebía la primera taza de café del año. Esperaba que su amargo sabor me quitara el incesante dolor de cabeza, mi placebo. Escuchaba música suave, esperando que pasasen las horas rápidamente, recitando las palabras que debía pronunciar esta mañana. De pronto, el motor de las máquinas se apagó, al mismo tiempo que un agudísimo grito inundaba el vecindario. La hija de la vecina yacía bajo el gigantesco cuerpo de la retroexcavadora de quinientos kilos que había destrozado sus pequeñas piernas. La vecina se encontraba destrozada, jalaba a su hija sin obtener nada más que más gritos sordos en el abismo matutino.... Algunos vecinos se detenían a mirar, otros se colaban para hacer algo, y definitivamente todos llamaban a todas partes, los carabineros, las ambulancias, los bomberos, y nadie acudía. Subí el volumen de mi equipo, a la vez que me sentaba en el alféizar de la ventana para degustar aquel bizarro espectáculo, donde la pequeña estaba debajo de la máquina y todos los vecinos haciendo algo para sacarla. De verdad, daba risa. Comencé a reír a carcajadas, algunas miradas amargadas me miraban de reojo, mientras comencé a gritar suavemente lo que debía pronunciar esta mañana: ¿Te gustaría ser mi novia?"__________________________________
Mi escrito personal favorito. De verdad, ni idea de cómo fue que lo compuse...
